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sábado, 17 de septiembre de 2016

CEBAGZ: Querido profesor y amigo

Cuando se llega a la edad de 5 ó 6 años,  muy pocos son los que tienen la noción y la oportunidad de iniciar su vida escolar. Algunos no saben lo que vendrá, sin embargo, la ilusión de comprar su primera lonchera o su primera mochila de determinado personaje favorito crea un sentimiento que solo la niñez brinda. El primer día de clases es un caos, lloramos, golpeamos la puerta, nos lanzamos al piso para impedir que ese ser al que llamamos madre, se vaya y nos deje toda la mañana en ese nuevo y lleno de aprendizaje lugar. Entonces, vemos a nuestro primer maestro; el de kinder, él o ella nos lleva de la mano, dándonos consuelo nos da nuestro primer vistazo al campo del conocimiento; es ahí donde desarrollamos el gusto por aprender de lo que nos rodea;  nuestra base; gracias querido maestro y amigo de nuestros comienzos.

Al llegar a la escuela nos damos cuenta que esto no es un jardín ya, que las cosas se amplían y que hay un nuevo sentido de responsabilidad por desarrollar. Nuestra mamá ya no viene por nosotros, nuevos amigos y nuevos amigos maestros se presentan; empezamos a conocer el mundo más desde un sentido científico y social. Pero para el buen maestro, siempre seremos como sus hijos, nos llevará de la mano hasta nuestra educación media;  con la esperanza de haber puesto ese conocimiento en nuestra memoria a largo plazo. "No hay mayor satisfacción que sentirse útil y poner un granito de arena en ustedes", decía una buena maestra.

Al estar en sexto grado; de la mano de la adolescencia,  nos sentimos ansiosos de llegar al séptimo grado; empezar la secundaria es como un paso a la vida social, noviazgos, nuevos amigos y amigas y hasta una que otra locura;  pero ¡Adivina! Varios amigos maestros estarán ahí para decirte que es bueno o malo desde un sentido de seriedad. No falta el maestro que te dirá que te comportas como "niño de escuela", refiriéndose a tu rebeldía de adolescente.

En educación media e universidad, ya tendrás una lista completa de maestros amados y maestros que nunca olvidarás por innumerables razones; porque te puso cero en un examen, por llevarte a consejería y ocasionarte, según tú,  un problema en casa, por bueno o malo, igual lo recordarás con una sonrisa.

Los maestros son nuestros amigos, son los amigos de la patria,  son personas que tal vez no escogen su profesión para llegar a ricos, si no para contribuir a un país que busca con ansias el desarrollo; y que le apuesta a la educación.

Por su dedicación y por su tolerancia,  maestros siempre serán nuestro amigos, y en nuestro corazón un lugar tendrán por toda la eternidad.

Dedicado al tan recordado profesor Rigoberto Bados; quien dirigió el CEBAGZ por tantas generaciones. Sin él, muchos de nosotros no seriamos quienes somos.

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