A penas el año pasado un grupo de pobladores de la Colonia agrícola desafiaron a la alcaldía a cargo de Lincoln Figueroa, por posibles malos manejos en la cosntrucción de la carretera que conduce a las Cuevas de Talgua, ya que la compañía encargada estaba ocacionando un enorme daño ambiental al extraer material de la cuenca del río.
El alcalde prepotentemente reaccionó a los señalamientos, aún cuando medios nacionales repotaron sobre las malas prácticas que éste apadrinaba. Hoy para nadie es un secreto que el río del cual depende toda la Ciudad de Catacamas y aldeas vecinas, entre ellas la Colonia agrícola, está cada vez más seco y también es de dominio público que el Estado no ha actuado de oficio ante el tema.
Es alarmante ver imágenes de lo que parece ser una pequeña fuente de agua que años atrás fue un potente río. Ante la inacción de las autoridades, la población ha emprendido una campaña en redes sociales que busca crear consciencia a los encargados de velar por la protección de los ríos para que actúen y eviten que en unos meses más, el río desaparezca.
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Por: Colonia Agrícola, redacción.
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